Proceso cooperativo: vivienda colectiva para trabajadores de la educación

Ricardo de Francesco

martes, 22 de junio de 2021  |   

Proyecto y obra de la experiencia de trabajo profesional que reunió la organización de arquitectos/as Proyecto Habitar y la Cooperativa de Vivienda de Trabajadores/as de la Educación de la Provincia de Buenos Aires (COOPTEBA), de los partidos de San Martín y Tres de Febrero.


Buscando la tierra
La obra está ubicada en la localidad de Villa Ballester, en el partido de San Martín, Provincia de Buenos Aires, que limita con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Para conseguir este terreno, trabajamos varios meses entre arquitectos/as y cooperativistas buscando lotes, que fueron evaluados poniendo en relación la incidencia del costo en los metros cuadrados construibles según zonificación, su localización urbana y sus condiciones físicas. 


Circulación. Foto: Ricardo De Francesco.

Analizamos más de veintidós lotes, y en 2017 la cooperativa compró Castelli con sus propios recursos[1], a un valor de USD 160.000. Según la zonificación del código, en este terreno se podían construir 1000 m2: una relación favorable en cuanto a la economía de la cooperativa, por la baja incidencia del costo en la superficie posible de construir.

La localización resultó adecuada de acuerdo a las posibilidades de la cooperativa de acceder al suelo. El sector urbano donde se ubica se caracteriza por un trazado de manzanas regulares con edificaciones de baja densidad, en las que conviven principalmente uso residencial y actividades industriales. La zona cuenta con servicios de red eléctrica, cloacas y agua potable, además de comunicación, recolección de residuos y transporte público cercano. La estación de tren más próxima es Villa Ballester del Tren Mitre, a 1 km. La Municipalidad se encuentra a 3 km, el CEAMSE y la Avenida General Paz a solo 6 km.

El terreno corresponde a la unificación de dos parcelas de 8,66 m por 42 m, lo que da un frente de 17,32 m y una superficie de 727 m2. Estas proporciones y dimensiones posibilitaron desarrollar mayor cantidad de viviendas por planta, disponer de mayor superficie de suelo para actividades colectivas y una gran amplitud hacia la calle para vincular espacialmente estas actividades con el espacio urbano. 

En cuanto a las preexistencias, decidimos mantener tres árboles (un níspero, un roble y una conífera) por sus tamaños, sombras y ubicaciones en el lote, características que incidieron en las definiciones de la implantación del conjunto.

El proyecto
El período de elaboración de proyecto fue entre junio de 2017 y marzo de 2018. Un trabajo sostenido con múltiples encuentros e instancias de debate, tanto hacia el interior de Proyecto Habitar, como con COOPTEBA, para acordar el programa espacial del proyecto. Definimos desarrollar una vivienda colectiva que promueva el encuentro social, mediante la conformación de espacios para realizar actividades de múltiples escalas, diversidad de tamaños y configuraciones.

La volumetría general se desarrolla en dos bloques de vivienda de 10 m de profundidad por 12 m de altura. Sobre la línea municipal se ubica un bloque con ocho unidades, de planta baja libre, tres pisos altos y sobre el remate una terraza accesible para realizar actividades recreativas en articulación visual con la calle. El bloque del fondo, a una distancia de 6 m de la línea divisoria de predio, tiene planta baja y tres pisos altos y contiene las diez viviendas restantes.

La implantación de los bloques permite la conformación de un patio abierto de 17 m, correspondientes al ancho del lote, por 17 m de separación entre volúmenes, garantizando buen asoleamiento y ventilación, y al mismo tiempo evitando la proyección de sombras entre volúmenes. Los árboles que preservamos aportan variedad en las características espaciales del patio y también colaboran en la regulación de las condiciones climáticas.

La circulación principal del conjunto y los accesos a las viviendas también se ubicaron hacia el patio, generando una sucesión de espacios colectivos de distintas escalas que se van relacionando desde la calle hasta el acceso a las unidades de vivienda, incorporando movimientos cotidianos que complementan las actividades del patio. Para favorecer estas relaciones, la escalera de acceso es abierta y en cada nivel el tramo horizontal de llegada se ensancha, generando balcones comunes que posibilitan otras actividades además de circular. Las dimensiones de las circulaciones para acceder a las viviendas también permiten usarse como expansiones. 

Las viviendas se ajustan a los requerimientos actuales de la cooperativa. Unidades de uno, dos y tres dormitorios, de 36, 45 y 65 m2 respectivamente. Estas definiciones, situadas en las condiciones sociales del aquí y ahora, también admiten reconfiguraciones progresivas, contemplando las diversas conformaciones familiares de la cooperativa. 

Para abordar la flexibilidad de los espacios, los tabiques de la estructura se ubicaron sobre las fachadas, dejando un mínimo de apoyos puntuales en los interiores, sobre muros de baños y cocinas. 

Todas las viviendas contienen un espacio pasante de frente y fondo que se vincula con las circulaciones de acceso y el patio común, compuesto por un volumen de 2,90 m de ancho por 7,20 m de profundidad y 2,60 m de altura, y que favorece la iluminación y ventilación cruzada, además de otorgar perspectivas profundas en ambas direcciones. 

La obra
En cuanto a la técnica, definimos resoluciones simples y relacionadas. La estructura de los volúmenes de viviendas está compuesta por columnas, tabiques y losas de hormigón armado, que resuelven cielorrasos y pisos (al que adherimos un acabado de cuarzo para darle resistencia y propiedades higiénicas) evitando los rubros de terminaciones que encarecen el costo del m2.


Circulación. Foto: Miguel Caamaño

Las montantes y bajadas de todas las instalaciones están a la vista por fuera de las unidades, reduciendo volúmenes destinados a pases en los interiores. También en los interiores de las viviendas los tendidos de las instalaciones son visibles, para acceder fácilmente al mantenimiento y generar modificaciones sin necesidad de romper para encontrarlos. Estas definiciones posibilitaron un mayor grado de autonomía entre contratistas y la reducción de rubros durante la ejecución de la estructura.

La mampostería está resuelta con bloques de hormigón a la vista para evitar el rubro de revoques, que tiene una incidencia alta en el costo de la obra, y a la vez está ejecutada sin traba para enfatizar que no asume cargas portantes.

En todo el proceso de ejecución de la obra realizamos encuentros periódicos con la cooperativa para evaluar los avances en la programación, como así también programamos diversas visitas de las dieciocho familias adjudicatarias. Los tiempos de la obra se extendieron más de lo previsto. Comenzamos en abril de 2018 y terminamos en marzo de 2021. En ese período, tuvimos que resistir el impacto de las políticas del gobierno de Cambiemos, caracterizado por el aumento de la inflación, la devaluación de la moneda nacional y la desvalorización sostenida del salario docente, situaciones que impactaron directamente en la ejecución de la obra. Y durante el 2020, y con la pandemia del Covid-19 tuvimos que parar la obra más de ocho meses, situación que también extendió la entrega.

Algunas consideraciones finales
La vivienda colectiva Castelli 3902 representa la síntesis material de un proceso de encuentro sostenido entre una organización de arquitectos/as y una cooperativa de trabajadores/as de la educación, que colaboraron durante más de cuatro años para proyectar una vivienda colectiva sustentada en el valor de uso del espacio, adaptable a las condiciones sociales que las personas son capaces de sostener hoy, pero que la misma propuesta admita transformaciones materiales progresivas, apostando a que pueden existir otros acuerdos sociales para favorecer otros modos de configuración entre los espacios. 

Los procesos nunca son lineales, están atravesados por conflictos y situaciones que inciden en el proceso proyectual. La realidad económica del país, la variable del valor del dólar y la situación de los salarios docentes incidieron directamente en este proyecto. Incorporar estas condiciones en el proceso proyectual en relación a los aspectos físicos representan aspectos sustantivos para elaborar un proyecto situado.  

Una experiencia concreta de trabajo profesional, una referencia que puede servir de guía para aquellos/as arquitectos/as que tienen interés en trabajar hacia el desarrollo de otros modos de concebir la producción de vivienda.


[1] La COOPTEBA es una organización que autogestiona y autofinancia sus edificios sin ningún tipo de contribución, más allá del aporte solidario de sus 250 asociados/as, que disponen todos los meses un porcentaje de sus salarios.


Ficha de la obra 
Comitente Cooperativa de Vivienda de Trabajadores/as de la Educación de la Provincia de Buenos Aires, San Martín y Tres de Febrero. 
Ubicación Castelli 3902, Villa Ballester, Municipio de General San Martín, Provincia de Buenos Aires. 
Cantidad de viviendas 18 unidades 
Superficie cubierta 1000 m2 
Periodo de proyecto junio 2017-marzo 2018 
Período de obra abril 2018-febrero 2020
Equipo de proyecto Ricardo De Francesco, Eugenia Jaime, Clara Mansueto, Martín Otero, Julián Salvarredy.
Dirección de obra Ricardo De Francesco, Ignacio González.
Colaboradores Laura Brandolini, Miguel Caamaño, Agustina Correa, Maite Niborski, Andrea Potenze, Teresita Sacón, Clara Zuñiga.


Más información sobre la obra en el texto Vivienda Colectiva. Proyecto y obra para la cooperativa de maestros COOPTEBA San Martín.

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