Articulación entre arquitectura y paisaje

Lorena Obiol

viernes, 4 de octubre de 2019  |   

Cora Burgin y Sebastián Mouzo, de Grupo Landscape, analizan los desafíos y las dificultades de la profesión en el contexto actual y aportan su visión de Buenos Aires, con críticas y propuestas.


Primero fueron profesora y alumno en el posgrado de Arquitectura del Paisaje de la FADU, UBA. Se reencontraron cuando ella dirigió su tesis y se asociaron. Hoy, Cora Burgin y Sebastián Mouzo están al frente del Grupo Landscape. Juntos, repasan la trayectoria en un diálogo con Revista Notas y también con ellos mismos.

¿Cómo funciona la unión entre Arquitectura y Paisajismo? ¿Qué beneficio o valor agregado tiene ser arquitecto para quienes trabajan con el paisaje?
CB: En principio, compartir un lenguaje con los estudios de Arquitectura con los que trabajamos: MSGSSS, Dahl Rocha y Machado-Silvetti. 
SM: Nuestro enfoque apunta al trabajo con vegetación y además nos diferencia una mirada muy técnica en relación al paisaje. 

Siendo arquitectos, ¿Cómo llegaron al paisaje?
CB:
Cada uno llegó de formas diferentes. Cuando comencé a trabajar en Paisajismo no existía la carrera ni la especialización. Siempre me interesó más el espacio exterior que el interior de la Arquitectura. Hasta llegué a trabajar en un vivero para aprender. Luego cursé la formación ambiental y di clases en la Architectural Association.

Green Roof ayudó también para los proyectos que requieren certificación LEED...
CB:
Claro, eso también nos diferencia de los paisajistas no arquitectos. Necesitamos saber de Arquitectura para entrar en un proyecto LEED. Uno podría no saber y dedicarse específicamente a la parte de las plantas pero justamente LEED es integral. Me interesa la infraestructura.

Sebastián Mouzo y Cora Burgin en su estudio. Foto: Pepe Mateos¿Para Sebastián cómo fue la llegada al Paisajismo?
SM: Antes de recibirme cursé la materia electiva de Paisaje. Después trabajé en un estudio de Arquitectura pero no me sentí cómodo con la escala. Necesitaba una mirada más amplia. Que el límite no sea el proyecto, ni el terreno. Tanto a Cora como a mí no nos interesa “poner plantas” en un edificio, sino que nos importaba el paisaje como bandeja soporte de la Arquitectura, como el marco, mezclado con el urbanismo.

¿Cómo fue evolucionando la profesión? ¿Qué cambios importantes destacan? 
CB: Una cosa es acá y otra, a nivel global o internacional. En algunos países tiene que ver con el agua, la tierra, los desniveles y drenajes. También con la ecología y la (mal usada palabra) sustentabilidad. Acá empezó como algo que acompañaba o rodeaba al edificio pero no necesariamente era parte del él. Cuando hacemos un proyecto LEED o una terraza verde todo eso es parte del edificio. Originalmente era “ponerle plantas”. Al inicio de casi todos los proyectos influimos sobre la arquitectura. Decimos dónde necesitamos los desagües, cuántos kilos tiene que calcular el estructuralista...
SM: Cada vez más las otras profesiones reconocen la necesidad de incorporarnos como asesoría e integrarnos desde el inicio.

¿Cuáles son las problemáticas actuales de la profesión y el rol de los paisajistas en este contexto?
CB:
Cada vez hay más gente trabajando en esto. En los viveros contratan gente con visiones sesgadas. El Paisajismo tiene sus técnicas específicas, se relaciona con el todo. Si mirás la ciudad lo que ves es el paisaje y ahí adentro están las torres, los edificios, las casas. Todo el soporte tiene que ver con las infraestructuras que hay debajo. No se puede poner un árbol en cualquier lugar. Entonces, se toma a la profesión simplemente como esta cuestión de poner plantas. 
SM: Termina siendo un argumento de marketing cuando las palabras sustentabilidad y ecología se usan apenas como un título para vender y no se trabajan seriamente.
CB: Eso desvirtúa la profesión. Como vengo de familia de ingenieros hidráulicos me gustan las infraestructuras, las manejo. No es algo que estudié específicamente pero mi ojo siempre estuvo puesto ahí. Por eso aparece todo el tiempo la logística, a nosotros nos encanta. 
SM: Esa es una diferencia. En todo momento proyectamos pensando, con el proyecto ejecutado en la cabeza, no con un dibujo.
CB: Además está la cuestión de la inmediatez. Un edificio se construye y se entrega terminado. Pero el paisaje no. 

Viviendas TronadorNo tiene el mismo tiempo que el desarrollo de la obra de Arquitectura.
CB: No, se requieren muchos trabajos para que parezca más terminado desde el inicio. Por ejemplo poner algunos árboles o llenar un cantero, esperar que el árbol crezca. Paisajismo tiene que ver directamente con el tiempo. Son 4 temporadas anuales y el primer año no va a ser igual al quinto año pero hay que planificarlo de alguna manera. Hoy nadie “se banca” un paisaje que va a ver recién en 12 años. Porque en ese tiempo la gente ya se mudó, cambió de casa…

Entonces hay que hacer algún tipo de truco o tener alguna estrategia...
CB: Estrategias más que trucos. Antes los tiempos eran más largos. Los Parques de Thays eran un páramo: hoy son bosques maravillosos. Thays ya sabía cómo iba a ser a los 5 años, a los 20 y a los 50. Ahora nadie tiene ese tiempo, porque además muchos tiempos los manejan la política.
SM: Si se despegaran las partes del proyecto se verían distintos estratos. Al principio, cuando se inicia la obra los estratos bajo y medio son los que tienen más fuerza. Pero uno ya proyectó los estratos más altos, los árboles…
CB: ¡Y las sombras!
SM: Dentro de 10 años ese va a ser el estrato protagonista y el otro va a empezar a perder fuerza.  
CB: Hay algo que es interesante que también nos diferencia de la Arquitectura. ¿Cómo se muestra un render de paisaje? Si yo muestro el primer día, no tengo más que unas manchas de colores y un palito con tres tutores que va a ser un árbol.

¿Trabajaron en el espacio público?
CB:
En el Corredor Verde del Oeste, un proyecto de 2000-2001. Lo que no se hace hoy, luego va a ser distinto. Porque cambia el Gobierno o cambia el director de Espacios Público. Cambia tres veces durante una misma gestión, cada uno quiere dejar su impronta. Lamentablemente los cambios en la política influyen muchísimo en el espacio público.

¿Qué le pedirían a las autoridades?
CB:
Que quienes están en cargos públicos lleguen por concurso. Para elegir realmente a las personas idóneas. Después, que no se apuren cuando vienen las elecciones, los proyectos requieren maduración. Creo que el cargo debería ser para un paisajista que, además, sepa del manejo político y económico, del tiempo que dura una licitación estatal o un contrato. Porque muchas veces se licita hoy pero lo ejecuta el gobierno que sigue. 
SM: Yo les pediría preservar mejor los espacios que son de dominio estatal. Hay una mirada demasiado económica del espacio público, que no es equitativa tampoco. 
CB: ¿Qué pasó con todas las playas ferroviarias? Eran la última oportunidad que tenía Buenos Aires de hacer pulmones verdes dentro de la ciudad.  
SM: Cuando hablamos de la incorporación del pulmón no nos referimos a hacer un muro verde o poner una enredadera en el borde de un ferrocarril. Todo ese espacio del tren era una oportunidad para ser espacio verde. Muchas veces se tiende al maquillaje y no al espacio verde como estructura de la ciudad. 
CB: Se desaprovecharon muchas oportunidades y se hicieron bien otras, como el Paseo del Bajo, que soluciona el transporte, mejora las emisiones de gas y la contaminación sonora y alivia todo el movimiento de la zona. Un plus para Puerto Madero, que se va a integrar a la ciudad de otra manera.

¿Qué ocurre hoy con los concursos, qué posibilidad de participación hay?
CB:
Cuando hay concursos es bárbaro. Sería interesante que se lleven a cabo siempre. Para eso fueron hechos y para eso se gastó dinero: para hacerlos.
SM: Que se lleven a cabo de la manera que fueron pensados porque el hecho de que muchas veces no sean vinculantes no permite que eso pase. También que sean elegidos con una visión de realidad.
CB: Otro aspecto importante es que los concursos donde interviene fuertemente el paisaje son fallados por arquitectos que no necesariamente pertenecen a la especialidad. El Parque de las Ciencias es un proyecto paradigmático: al trabajo ganador lo terminó haciendo rápidamente el Gobierno. Y no respeta la vegetación original.
SM: Había un planteo de incorporar vegetación mostrando regiones, ese pensamiento ahora no está. El proyecto ganador planteaba el solado como una superficie casi suspendida, con un piso que drenaba. Finalmente tomaron la forma del  hexágono que tenía el planteo original y construyeron un piso con eso. Los juegos son muy interesantes, termina siendo mejor que lo que había.