Cultura CPAU

viernes, 23 de junio de 2017  |   

El único poder en el país que está en condición de dar respuestas rápidas es el local. Por eso es que el siglo XXI va a ser el siglo de las ciudades. Grande o pequeña, cada una de ellas es un agente de transformación.

El ejemplo de una golpeará a sus vecinas, como un efecto dominó, reflejando favorablemente sobre la vida de la región, del país y del propio planeta. El redescubrimiento de las ciudades se comenzó a cristalizar al final del segundo milenio. Incluso en los países menos desarrollados, la populación se está volviendo urbana. Por tanto, una visión estratégica de las ciudades es crucial, incluso como factor de desarrollo de los países.

Una visión más generosa del potencial de las ciudades significa una visión másoptimista de los seres humanos.

¿Por qué la ciudad es la respuesta a la agenda social? Una medida económica se sustenta por un cierto tiempo, pero si la población no es corresponsable, en poco tiempo la estabilidad solo será un lado del problema: las personas querrán más. En verdad, los países serán tanto mejores como lo sean sus ciudades.

El poder central jamás podría mantener la punta en lo que refiere al tratamiento habitacional, salud, educación, atención a la primera infancia. El poder central es directriz, tendría que repasar al máximo las directrices y velar porque acontezcan. Mi concepción del poder central es aquel que nunca se debe preocupar por los problemas locales.

Al poder central le caben las grandes decisiones nacionales: tecnología, distribución de la población en el espacio geográfico, aprovechamiento de los recursos naturales. Las formas de la política económica a veces olvidan que el desarrollo tiene una base espacial. Lo que existe son los asentamientos humanos y sus actividades. Es necesario crear un tejido de ocupación del territorio nacional. Y eso tiene que estar perfectamente vinculado al desarrollo que se desea para el país.

Jaime Lerner
El siglo de las ciudades
Tomado de www.jaimelerner.com/Ideas